La ciudad deportiva de Sant Adrià es la llave que debe asegurar el pago de Cornellà. El club negocia una ampliación del crédito sindicado
Juan Carlos Gracia "SPORT"
La atención principal está en el terreno de juego, en la titánica y desesperada carrera que han iniciado los pupilos de Mauricio Pochettino por conseguir la permanencia y evitar la Segunda División. Pero el Consejo de Administración del Espanyol también está centrado en una semana, la próxima, que debe ser decisiva en el futuro de la institución. En la agenda del presidente, y de sus colaboradores de la parcela económica, destaca una cita con representantes del Institut Català de Finances y de ‘La Caixa’ (la entidad financiera que encabezaba el crédito financiero) para intentar pactar una renegociación del crédito sindicado que tiene el Espanyol. El club blanquiazul necesita llegar a una solución para adecuarse a la nueva situación.
Daniel Sánchez Llibre lleva tiempo trabajando la cuestión con el Institut Català de Finances. El Espanyol, recordemos, tiene formalizado con el ICF dos créditos sindicados y la renegociación del último, de 55 millones de euros, es básico para adecuar el famoso plan de negocios que se diseñó a partir de la futura explotación de Cornellà/El Prat. Varias han sido las reuniones mantenidas con el ICF y también con otra entidad bancaria, ¿‘La Caixa’?, pero ha llegado el momento de plasmar un nuevo acuerdo en los papeles ante los acontecimientos que se avecinan y con las variaciones que han existido, como el desfase en el coste final de Cornellà/El Prat.
Las obras del nuevo estadio están prácticamente finalizadas y, claro, con la ‘entrega de llaves’ debe pagarse la construcción o concretarse las garantías de pago de los 20 millones de euros que no estaban presupuestos. Las últimas previsiones del Espanyol apuntaban que entre finales de marzo y mediados de abril se le entregarían la obra. No queda nada y el asunto debe quedar zanjado ya con las constructoras.
José Luis Perelló ya desveló en el coloquio de la penya Manigua, a finales de febrero, que el precio final de Cornellà/El Prat sería de 80 millones de euros (40 por el campo, 20 de la urbanización y otros 20 que no estaban presupuestados). El vicepresidente ya dijo entonces que se estaba negociando que el crédito sindicado se ampliase a 25 años y que los millones que faltaban de la obra saldrían de Sant Adrià. La solución final debe llegar en días.
Una de las opciones que se habían planteado es una permuta de Sant Adrià (valorada en pleno ‘boom’ en 30 millones de euros tras la modificación del Plan General Metropolitano que permite la construcción de casi 200 viviendas) con las constructoras, pero finalmente la vía elegida fue abrir conversaciones con las entidades bancarias para, con la garantía de la ciudad deportiva, acceder a un nuevo préstamo. El ICF y ‘La Caixa’, claro, tienen mucho que decir. “Vamos por el buen camino”, han señalado a esta redacción fuentes de la negociación.
Sant Adrià, recordemos, ya garantiza un crédito que vence en el 2012 y del que sólo queda por amortizar 1,5 millones de euros. El acuerdo es básico para pagar a las dos empresas constructoras. La próxima semana debe llegar la solución, paso imprescindible para la ‘entrega de llaves’ de Cornellà/El Prat.
Se agotaron las últimas 17 entradas
A primera hora de ayer ya se habían agotado las últimas 17 entradas que quedaban en taquillas para el desplazamiento a Pamplona, con lo que la afición del Espanyol ha copado las 400 localidades que Osasuna había puesto a disposición del club blanquiazul para el decisivo encuentro del domingo.
La respuesta de la afición ha vuelto a ser ejemplar y el miércoles, primer día de apertura de taquillas, ya se habían retirado 383 entradas. El papel se agotó definitivamente ayer, lo que no ha sido una sorpresa.
El club informó que a pesar de haber vendido las 400 entradas disponibles sólo serán cuatro los autocares que partan el domingo desde la puerta 6 del Estadi Olímpic, lo que significa que prácticamente la mitad de los seguidores que han adquirido localidades tienen previsto hacer el desplazamiento por sus propios medios.
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