martes, 17 de marzo de 2009

El perico lucha por vivir


El maestro de periodistas Tomas Guasch, nos ofrece su visión de lo vivido en el Olimpico...poco mas a comentar.El Mallorca tiró un 1-3. Gol mal anulado a Tamudo.


Tomás Guasch | 16/03/2009 "AS"

Como en la mayoría de partidos, el de ayer en Montjuïc tuvo dos lecturas, una por equipo. Cortesía obliga, empecemos por el visitante. El Mallorca es raro. Hace una semana igualó un 0-3 al Betis en Palma y no le ganó de milagro. Ayer se dejó empatar un 1-3 ante un rival con diez jugadores y el manojo de nervios comprensible en su situación. Tuvo el partido de cara casi siempre el equipo de Manzano, pero le falló la espada. Nunca estuvo por debajo en el marcador... y no supo cerrarlo. Si al final del campeonato le faltan dos puntos serán los de ayer.

El Espanyol explicó que no se resiste a caer, fue emocionante su resistencia. E inhumano el sufrimiento de su gente. Con el 1-3 tenía pie y medio en Segunda, pero su corazón palpita. Ayza le negó el 1-0, que posiblemente habría abierto otro partido. Le anuló un gol legal a Tamudo. No existió el orsay que pitó. El capitán españolista le ganó la espalda a Nunes y marcó. Fue gol válido.

El equipo encajó el golpe del infortunio arbitral y se lanzó a por un tanto que sí valiera. Tamudo tiró al palo. Después no acertó con la red en un remate que se le fue alto. Kameni había parado un disparo cruzado de Aduriz, envenenado, muestra de que el Mallorca se estiraba. En estas, Arango clavó una falta con cante de Kameni: se la comió por su palo. Santana no hizo el 0-2 poco después de milagro.

Para entonces, la tila corría por Montjuïc. Lesionado Rufete salió Callejón y empató. En ese momento hubiéramos apostado por el Espanyol, pero las tres acciones clave que se produjeron en un plis plas tuvieron color bermellón: Santana acertó a enganchar un mal despeje de David García: 1-2. Seis minutos después vio la roja Moisés. Jurado hizo el 1-3 cuatro más tarde. 1-3, 10 contra 11. Minuto 70.
La remontada.

El funeral local estaba servido, pero en un ataque con todo De la Peña acortó distancias. El pueblo rugió. Su equipo empujaba, no se rendía. Pero cada contragolpe balear era una amenaza de descabello.

En pleno ataque a lo que fuera, descubriéndose atrás en plan suicida pues no había más solución que correr ese riesgo, Ayza pitó juego peligroso a un metro de la línea de gol de Aouate. Nené no falló: le pegó seco y arriba. Fue su primer gol esta temporada.

Corría el minuto 83 y se jugaron doce más, pues el alargue fue de cinco. El Mallorca desperdició al menos tres llegadas claras para meter el cuarto. El Espanyol plantó cara a su inferioridad y gafe en casa. La cosa acabó en empate. Los mallorquinistas juraron en arameo, los periquitos verán en esa igualada una señal, un no todo está perdido. Y lo estaba. El Mallorca se portó con él como un padre.

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