Cuando los años no son culpables

Cuando los años no son culpables

Adiós a 2008

J. Segura Palomares - 24/12/2008 (MUNDO DEPORTIVO)

Cierto, 2008 ha sido para el Espanyol un año de lo más horríbilis. Y me preocupa que desde dentro y fuera del seno del club hay casi absoluto consenso en echarle la culpa al año. Todos nos felicitamos porque 2008 se va y nos echamos en brazos de otro topicazo: año nuevo, vida nueva. Pero los años no son seres físicamente vivos, con capacidad decisoria, sino una simple medida del tiempo que a los humanos corresponde rellenar y dar sentido con nuestras ideas y nuestras obras. No al revés.

El año nuevo está ahí, Y nosotros vamos a ser los responsables de hacerlo bueno, regular, malo u horríbilis. De momento los hechos nos dicen que el Espanyol está en zona de descenso, si bien la situación todavía es reversible. Han quedado atrás aquellos tiempos en los que la fuerza mental y física de Tamudo arrastraba a un equipo compensado a la conquista de dos títulos de Copa del Rey y llegaba a la final de la UEFA imbatido. Después el bloque se ha ido debilitando, fundamentalmente por dos razones. Una: los traspasos de jugadores en sazón, con presente y futuro, cuyo vacío no se ha llenado con fichajes a la altura de los que se fueron; y otra: el capitán y su estado mayor acusan el paso del tiempo. Me viene a la memoria el caso del Raúl blanco y la selección española. El madridista sigue siendo un gran jugador, pero el aire nuevo que su ausencia propició llevó a la roja al título europeo. Claro que allí había recambio.

En resumen: estamos al final de una etapa en la que faltó sentido de futuro para ir renovando la plantilla, a pesar de la economía. Tenemos un equipo joven, inexperto y un cuadro que debe dirigirlo cuya gloria se agota, sin recambio por el momento. ¿Qué hacer? Fichar en enero casi nunca sale, pero con sentido común y suerte puede funcionar. En todo caso hemos de rellenar el 2009 poniendo todos, con generosidad, el esfuerzo adecuado, por encima de intereses de clan o de cualquier índole. El tiempo perdido, perdido está, Lo que toca es que seamos capaces de hacer del 2009 un buen año. Y luego hablaremos. ¡Que así sea!
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Una vez mas J.Segura Palomares nos da un toque de reflexión, que nos abre el camino a un 2009 que por muchos motivos va a ser ¡DIFERENTE A TODOS!