martes, 18 de enero de 2011

Pochettino juega con ventaja

Juan Jiménez | 16/01/2011 (AS)

Pochettino juega con ventaja. Además de la fábrica de Cornellá, donde ha encontrado talento suficiente para construir un Espanyol que está empezando a arreglarse el traje para salir a Europa, tiene un tesoro crecido en otra Fábrica: la del Madrid. Es José Callejón, un chico que está quemando a rajatabla las etapas para convertirse en futbolista top. Callejón, con sus dos goles, sentenció anoche en el Sánchez Pizjuán al Sevilla, que terminó bruscamente con su buena racha. Le faltó la pegada de otros días y le sobró, otra vez, su defensa, poco intensa en el primer gol y pensando en las musarañas en el segundo. Práctico, sin grandes alharacas en su fútbol y apoyado en Kameni, que se hace gigante en el Pizjuán, el Espanyol supo sufrir dos ratitos, uno en cada parte, y esperó el despiste del Sevilla, que no supo rectificar a tiempo. Manzano sólo le dio 20 minutos a Negredo, que hizo el gol en el descuento y demostró que está para más. No cabe más felicidad en la familia perica, que a la sombra del oro del Barcelona cierra la primera vuelta con 34 puntos, en el umbral de la zona Champions. Para pellizcarse. El Sevilla ya ve a su rival de ayer casi con prismáticos. Demasiada distancia y las piezas que no terminan de encajar. El Sevilla vive en permanente riesgo. No se enmienda, le cuesta volver a la vida tranquila. Y feliz.

Y eso que posiblemente ayer no fuera inferior a su rival. No puede decirse que el Espanyol fuese mejor, pero asombra su orden. Pochettino, un muy buen entrenador, ha sabido tener la suficiente paciencia para ir modelando su equipo hasta convertirlo en reconocible. No le importó invertir más tiempo. Le hacía falta. Con un equipo trufado de gente joven, de cantera, no podía ir con prisas. El Espanyol no es exactamente un producto acabado pero va camino de ello. Incluso así, el 0-1 al descanso pareció demasiado premio. El Sevilla se había acercado mucho más al área de Kameni, que le hizo una parada de mucho mérito a Luis Fabiano después de un escorzo casi inverosímil. El brasileño, asfixiado por mil rumores, se movió bien, con ese talento en el área que le hace tan especial. Le faltó algo de chispa, los efectos colaterales de la lesión.

Sin embargo, cerca del descanso Javi Márquez puso un balón que Callejón convirtió en oro. El desmarque del motrileño, la manera en la que Álvaro fijó a la defensa y la conducción de Márquez esperando el movimiento final del goleador hablan bien de los automatismos de los pericos. Al Sevilla le hacía falta inventar y a Manzano le costó ayer. Sorprendentemente, no optó por la revolución de Anoeta, donde levantó el partido gracias a su tridente. Ayer, tal vez condicionado por la lesión de Luis Fabiano (aunque luego explicó que no), sustituyó a Fabuloso, que antes del cambio se había vuelto a estrellar con Kameni. Como Kanouté. Los dos delanteros se movieron bien y encontraron apoyo en Romaric, el futbolista con más criterio del equipo. Lo que es un misterio es lo de las bandas. Perotti ha perdido el brillo que le puso en el escaparate europeo. Su retroceso inquieta a los técnicos. Y al club. Y luego está el caso de Navas, que tuvo diez minutos estelares en su reaparición ante Osasuna pero que parece jugar algo mermado. No es el futbolista exuberante de antes de la lesión. Le falta velocidad y se diría que también confianza.

Las miserias del Sevilla anoche fueron las virtudes del Espanyol, que tuvo el orden, la disciplina y el acierto del que careció el Sevilla. También la suerte, porque los de Manzano sólo la encontraron en el gol de Negredo y ya era demasiado tarde. Callejón y el Espanyol terminaron radiantes el partido. Su clasificación es el premio a un trabajo artesanal que muchos pensaron que podía perderse por la lesión de Osvaldo. Lejos de caer en una depresión, el Espanyol le dedicó la victoria en el Sánchez Pizjuán. El Sevilla no pudo siquiera darle el premio de unos minutos a Sergio Sánchez. La máquina no le termina de despegar a Manzano y el martes, ojo, se juega media temporada.

Sergio Sánchez regresó a una convocatoria
Dos anécdotas en el partido. La primera, las camisetas de apoyo a Osvaldo, que empieza la rehabilitación de su seria lesión. La segunda, la convocatoria de Sergio Sánchez, que ha superado sus problemas con el corazón y estuvo en el banquillo. Finalmente, no pudo debutar pero su sonrisa lo decía todo.

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