jueves, 10 de abril de 2008

¡Primero yo......!

Las declaraciones de Riera a la prensa, hacen daño. El "Mundo Deportivo" se hace eco de la trascendencia de unas declaraciones equivocadas del jugador, que da preferencia a sus intereses particulares, antes que al interés general de la entidad.
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Sus compañeros le recriminaron sus declaraciones en una reunión previa a la sesión
Mª Carmen Juárez - 10/04/2008 03:00 (Mundo Deportivo)

Albert Riera fue ayer duramente recriminado por sus compañeros por las manifestaciones que realizó el día anterior, en las que dejó claro que le disgusta su suplencia. Su llegada a la Ciutat Esportiva de Sant Adrià era esperada por todos. La mayoría de los jugadores habían escuchado sus declaraciones y fueron motivo de comentario durante el tiempo destinado al desayuno, a la vez que leían atónitos los diarios. Los primeros en censurar sus palabras fueron los capitanes. El centrocampista compartió mesa de desayuno con ellos y tuvo que dar las primeras explicaciones. Las segundas las dio en el vestuario. Hubo una reunión antes del entrenamiento y en ella no faltaron las recriminaciones de todo tipo.

Una de las disculpas del centrocampista fue la clásica de que "se han malinterpretado mis palabras". Frase que no fue aceptada por sus compañeros porque todos saben lo que piensa acerca de su suplencia. Le hicieron ver que no era el momento más oportuno para hacer ese tipo de manifestaciones pues es ahora cuando todos deben caminar en la misma dirección, y que hay otros compañeros que no juegan pero que prefieren callarse porque el colectivo es más importante que los casos individuales. Riera, que tuvo que escuchar pacientemente todo lo que el grupo le quiso decir, aceptó las recriminaciones aunque siga pensando lo mismo. Todos esperan que sea la última polémica que se suscita hasta el final de temporada por lo mucho que está en juego.

Normalidad

El entrenamiento, lógicamente, empezó con retraso debido a la reunión. Una vez en el campo, técnicos y jugadores se olvidaron de cualquier declaración y trabajaron al máximo con la vista puesta en el importante partido del domingo. Albert Riera fue uno más del grupo, como bien dijo Ernesto Valverde en su rueda de prensa, y se preparó al mismo ritmo que sus compañeros sin saber si jugará o no ante Osasuna.

Lo más curioso, quizás, de la matinal se produjo al acabar la sesión preparatoria. Todos los jugadores enfilaron el camino hacia el vestuario menos Riera. El centrocampista prefirió acercarse hasta el campo adyacente para ver entrenar al Espanyol B, en el que juega su hermano Sito. Albert siguió de cerca las evoluciones del filial mientras sus compañeros estaban en la ducha. Antes de abandonar las instalaciones recibió el apoyo de su hermano

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