"AS" Iván Molero | 27/02/2011
Las señas de identidad de Raúl Tamudo sobrevolaron ayer Cornellà-El Prat y acabaron valiendo tres puntos. Pero, pese a que se trataba del retorno del ex capitán perico a su casa -recibido y despedido entre ovaciones, pero tratado con silbidos durante el encuentro-, no fue él quien se erigió como antaño en aquel murri, apodo que acuñó Eudald Serra tras su histórico gol a Toni Jiménez en la final de Copa de 2000. Si por algo había destacado el actual punta de la Real Sociedad como perico -y eso propició sus mil y un récords- fue por la astucia, el desparpajo, su modo único de hacer florecer un jardín en tierra estéril. Pero ayer se topó con un Espanyol que esgrimió sus mismos argumentos para encauzar una victoria que acabó convirtiéndose en goleada. Así, con esa picardía, resolvieron los pericos en sus dos primeros goles: saques rápidos (de falta y de banda, respectivamente) e inesperados para fulminar a un cuadro txuri-urdin que arrancó dominando pero que acabó desbordado ante tan inquitante situación.
Nada hacía presagiar el desenlace final si nos atenemos al inicio. A toda la primera mitad, incluso. De ahí que el Espanyol sacase petróleo de un partido que se le puso en contra a la manera de Tamudo. Y fue el León de Santa Coloma el primero que inquietó a Kameni, con un par de remates a puerta hasta que en el 28' se lo tomó en serio, ganó a sus 33 años por velocidad a Amat (18) y Galán (24) y lanzó un chut cruzado que el camerunés repelió. También Zurutuza y Griezmann probaron suerte, pero de nuevo Kameni y Javi Márquez, respectivamente, salvaron los muebles. Triunfaba en posesión y ocasiones la apuesta de Lasarte, quien con atrevimiento cedió un puesto en la medular al canterano Illarramendi. No menos valiente se había mostrado Pochettino: sacrificó de inicio a Duscher (tras sus dos errores en Pamplona, aunque luego apareció para apuntalar el partido) y apostó por un centro del campo más creativo que de costumbre, con Márquez y Verdú, dando entrada a Álvaro arriba.
Sin embargo, la apuesta más ofensiva del Espanyol se atascaba. Se anhelaron esos arranques eléctricos de las ocho primeras victorias en Cornellà-El Prat. Esa chispa. Pero apareció cuando menos se esperaba. En el 41', precisamente Tamudo cometió una falta en línea de tres cuartos y Márquez no esperó para botarla. Pasó a Sergio García, éste sirvió una asistencia medida para Álvaro, que remató. El balón tocó en Estrada y se convirtió en el 1-0. El relevo generacional más simbólico: no marcó el 20 de la Real sino indirectamente el 20 del Espanyol, el delantero de presente y futuro del club a sus 19 años.
Inmensa reacción.
Estrada, no obstante, sólo necesitó dos minutos para redimirse. Estableció el 1-1 a la salida de un córner (otra vez, el balón parado) después de que Demidov cabeceara en el segundo palo. La Real estaba mereciendo al menos ese empate... Pero lo peor para ellos estaba por llegar.
El Espanyol de la reanudación era otro. Asumió el control, recuperó el fútbol combinativo y el ímpetu. Y llegó la segunda jugada de astucia, otro destello de felicidad. Aprovecharon los pericos un veloz saque de banda a la altura del área para que Verdú sirviera un pase de lujo a Sergio, que controló, dio media vuelta y aniquiló a Bravo.
La vida con el 2-1 se antojó muy diferente. La Real no supo readaptarse al nuevo escenario y se difuminó, como el propio Tamudo. El Espanyol se creció y siguió sacando petróleo de todos sus recursos. Rui Fonte, canterano, brindó una formidable asistencia a Callejón, que cruzó el tercero, y Javi Márquez redondeó el Carnaval perico con un golazo de falta directa, ya en el 90'. Severo castigo para los txuri-urdin, que cierran un febrero equilibrado (dos triunfos, dos derrotas) y el Espanyol, que después de cuatro derrotas consecutivas (dos en su estadio), iba a reencontrarse con Tamudo y al final se reencontró con las ganas de vivir.
El detalle: 'goal average' del espanyol
Con su holgada victoria de ayer, el Espanyol no sólo vuelve a tener un colchón respecto a los puestos que no dan acceso a Europa (cinco puntos), sino que le arrebata el goal average particular a la Real Sociedad. Los txuri-urdin habían vencido 1-0 en Anoeta, en la primera vuelta y, pese a la derrota de anoche, se están consolidando como un rival directo con opciones de ir a Europa.
El crack: J. Márquez
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