domingo, 20 de abril de 2008

El valor de una mujer

La excelente periodista catalana Cristina Villanueva, deja este buen artículo en las páginas del "Sport" que por su interés me permito trasladarles.Y "también" es perica.

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El valor de una mujer

Cristina Villanueva
Sorprende ver a la nueva ministra de Defensa, Carme Chacón, brindando con vino en su séptimo mes de embarazo. Sólo se mojó los labios para vitorear a Su Majestad el Rey, un brindis oficial a miles de kilómetros de España, que no quiso modificar. Un gesto de determinación para vencer malintencionados comentarios de algunos sobre la capacidad de trabajo de una mujer embarazada. Habría que recordar a esos algunos que las mujeres demuestran el doble, trabajan el doble y superan el doble. El ideal de perseverancia sinónimo de olimpismo encuentra su imagen en La Gacela Negra, Wilma Rudolph, una mujer, negra, atleta, reina de Roma’60. Lo bueno de la historia de los Juegos Olímpicos es que ahora esos valores de superación siguen vigentes casi medio siglo después. Sobrevivió a pesar de los peores pronósticos médicos al nacer. Superó una poliomelitis que le paralizó su pierna izquierda desde los tres años. Negra en un ghetto de Tenesse no tenía derecho a una buena asistencia médica, pero caminó con una abrazadera de hierro durante años y después ganó tres medallas de oro en los mismos Juegos. Su carrera de atleta derivó en una actividad constante como ejemplo para superar el racismo y la segregación. Lo dicho, porque ellas siempre tienen que demostrar más que ellos. Hoy el esfuerzo de nuestras deportistas se ve reflejado en los medios en menor medida que ellos. La natación sincronizada ha conseguido cotas históricas, pero acaban de conseguir el billete a Pekín tras el preolímpico con dos medallas de oro en dúo y equipos, y poco se ha dicho.

Las mismas mujeres dudan en plantearse ser madres para que su carrera no se vea truncada. Lo confiesa Nina Zivanevskaya que pensó, jamás recuperaría su nivel tras la maternidad. Aunque curiosamente sacó fuerzas de ella para volver a marcar registros europeos. Somos lo que somos y después mujeres.

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