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Cuarenta y tres dias...en ese trecho, y en ocho partidos, el Espanyol decidirá si acaba en Europa o no
El Espanyol dispone de cuarenta y tres días para hacer posible el sueño europeo, ese sueño que alimentó con una primera vuelta espectacular de juego y resultados, pero que se le está yendo de las manos en una segunda ronda que nadie se acaba de explicar.
Después del fiasco frente al Racing, los blanquiazules empiezan la cuenta atrás en Bilbao, este domingo y no parará hasta que el 18 de mayo el Almería visite Montjuïc, bajando el telón de la Liga.
Resultados referentes
El reto está servido y la calculadora que tantas veces ha acompañado al equipo esta vez echa humo para que cuadren los números. El Espanyol ha de enfrentarse en este tramo final a equipos con los que en la ronda anterior cimentó sus aspiraciones de entrar en el fútbol continental. Así, se llevó la victoria de Pamplona y del Manzanares; empató en Zaragoza y frente al Barça en Montjuïc, donde cayó el Athletic que ahora les espera. Se impuso apuradamente al Levante y, lo que es el fútbol, lo bordó ante el Villarreal, hoy aspirante al título, al que endosó un incontestable 3-0 que fue el mejor regalo de Reyes para la afición perica. En Almería dio la de arena y empezaron los tumbos por una segunda vuelta desequilibrada y con sólo 9 puntos en su haber.
En ese pulso con los que ahora van a poner a prueba su capacidad, el Espanyol ganó 17 puntos que caso de repetirlos, añadidos a los 45 actuales darían una suma de 62, colocándolo en las puertas de la frontera europea.
El cambio de dinámica, recuperar aquella actitud ganadora, volver a ser el equipo capaz de levantarse de un mal resultado, todo eso está servido. Ocho partidos, cuarenta y tres días y las ilusiones de treinta mil almas encima de la mesa.
La calculadora, hace dos años
Vale la pena el esfuerzo. Atiendan un fácil (por reciente) cálculo mental para recordar que hace dos años por estas mismas fechas el Espanyol también tenía que tirar de calculadora. Entonces, para intentar evitar el descenso a Segunda. El Espanyol era decimoquinto, sumaba 32 puntos y le separaban sólo cuatro del pozo.
Aquel Espanyol hizo apenas ocho puntos en esos ocho partidos y se salvó en el último suspiro con el histórico gol de Coro a la Real.
Hoy, los cálculos van afortunadamente por otros caminos, pero vale la pena recordar aquellos para valorar las buenas perspectivas que aún no se han borrado del todo del panorama blanquiazul
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