lunes, 14 de diciembre de 2009

El árbitro decidió el derbi con un penalti de verbena


Liga BBVA | Barcelona 1 - Espanyol 0
Iturralde hizo de Messi

Gol: 1-0, m.38: Ibrahimovic, de penalti.

Árbitro: Iturralde González (C.Vasco).


Tomás Guasch | 13/12/2009/"AS"


Es la red. La que protege al Barça cuando el partido se le complica. Ayer reapareció. Con 0-0. Con 3-0, ese no-penalti de Baena a Xavi no lo pita Iturralde. Ni Laporta. Sí con 0-0. Sí en un partido incómodo. Sí en el Camp Nou. Sí con el Espanyol delante. ¡Sí, sí, Iturralde pita así!

Sucedió a los 39 minutos de un derbi de fuerzas parejas. Un balón cruzado al área de Kameni, Baena que forcejea, no más, con Xavi que cae. Iturralde se siente Messi en ese momento, el futbolista más desequilibrante del Barça. El que anoche recibió el Balón de Oro. Se lo dio su señora madre, a Iturralde le hubiera hecho mucha ilusión ser él también protagonista en esto. Ibrahimovic aprovechó el regalo y batió a Kameni por alto.

Ahí se decidió el partido. Antes y después de esa jugada el Barça no pudo con un buen Espanyol. Sin el penalti, 0-0. Empate. Que es el resultado que mereció no sólo el disminuido equipo blanquiazul de anoche en efectivos importantes sino el partido.

Porque una vez más, Pochettino le hizo un lío a Guardiola. Sin Tamudo. Sin De la Peña. Sin Moisés Hurtado. Sin David García. Sin Marqués... Con lo puesto le jugó como el año pasado: todos juntitos, todos atentos, todos presionando con orden y todos mirando a Valdés. Coro casi logró el gol más rápido (probablemente) de la Liga cuando a los diez segundos tiró fuera en buena posición. Después lo intentó Verdú. El Barça tenía la pelota, cómo no, pero no encontraba más salida que por el tremendo Alves. Kameni pasaba apurillos, que no apuros, en plan aislado. Nada de embotellamiento, todo muy parejito...
La falta de gol.

Pasó lo que pasó y el Barça se retiró al descanso ganando cuando la cosa tenía una pinta de 0-0 que asustaba. Ayer, ni Iniesta era Iniesta ni Xavi, Xavi: cuando pitaron el penalti puso hasta cara de culpa, de miaja de vergüenza por la caída que se inventó y que acabó siendo la clave del partido. El Barça no era el Barça y el Espanyol se fue a por él en cuanto empezó la segunda mitad. Le mejoró Márquez, que lanzó un gran disparo que heló el Camp Nou. Alonso y Callejón tuvieron cerquita el empate, pero al equipo le cuesta un mundo marcar; fuera sólo lo hizo en Riazor cuando ganó por 2-3. Iturralde y esa falta fueron sus cruces.

El Barça perdió su famoso control y apostó por guardar la viña cambiando, ¡oh!, delanteros (Pedro e Ibra) por fajadores, Keita y Busquets. El final fue chusco: medio Camp Nou pedía la hora y el otro medio gritaba el clásico ¡a Segunda! a los pericos. Es el derbi. Pero a Segunda (Regional) deberían irse primero Iturralde y sus asistentes. Lo de anoche fue escandaloso. Fue la red protectora del Barça, esa que nunca falla. La red, la autopista...

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